Un año después de la #MasacreMelilla, en la que al menos 37 personas murieron y decenas fueron heridas por el uso excesivo de la fuerza por parte de las FCSE, seguimos exigiendo una investigación independiente e inmediata para esclarecer los hechos y depurar responsabilidades.

Es imprescindible, como señalaron relatorías de Naciones Unidas, realizar “investigaciones independientes, imparciales, eficaces, exhaustivas y transparentes sobre todas las posibles #EjecucionesExtrajudiciales” para garantizar que los migrantes no sean objeto de malos tratos en frontera”.
Las fronteras, marítimas o terrestres, no han de convertirse en lugares de vulneración sistemática de los Derechos Humanos (DDHH), donde se atenta contra el derecho a la vida a través de las políticas europeas que promueven el control de fronteras, la externalización y la falta de vías seguras.
España respondió a Naciones Unidas derivando la responsabilidad a Marruecos, valorando que los medios utilizados fueron proporcionados y adecuados y negando que los procedimientos de expulsión, devolución y denegación fueron contrarios al derecho internacional de los Derechos Humanos.
El resultado es que estos crímenes de derecho internacional continúan impunes, que el Gobierno no a asumido ninguna responsabilidad tampoco para con las víctimas y sus familiares impidiéndoles ejercer su derecho a la verdad, justicia y reparación.
Aquí, en una de las concentraciones que se han producido este fin de semana para conmemorar este #24J.

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