Testimonios mujeres. Silenciada.

Como cada año, ponemos en marcha el programa Atención psicosocial y empoderamiento personal de mujeres, gracias a nuestro financiador Fundación La Caixa. Y con él, iniciamos diferentes actividades que nos permiten el desarrollo de la autonomía, la autoestima y el fortalecimiento personal de mujeres. Entre las actividades que difundimos y realizamos, encontramos los testimonios personales y reales de diferentes mujeres que participan en nuestros grupos. Con este tipo de testimoniales, conocemos en primera persona las experiencias personales y los procesos vitales de otras mujeres, y esto nos permite desarrollar nuestra empatía y saber que no estamos solas en este proceso.

A continuación, os presentamos el octavo testimonio:

En mi casa éramos 5 mujeres y 3 hombres. Los hombres podían estudiar, salir a pasear, descansar. Nosotras debíamos estar el pendiente de lo que ellos necesitasen.

A nosotras no se nos permitía cortarnos el cabello o vestir con pantalones. Debíamos aprender a cocinar desde muy niñas, o “ningún hombre nos querría cuando fuésemos mayores”.

Recuerdo la vez en que dejé de estar callada y enfrenté a mi madre, tijeras en mano, para cortarme las trenzas en señal de rebeldía contra esas normas que no podía entender. Por la noche, fue ella quién me rapó la cabeza, mientras me decía: “¿Quieres vestir como hombre? Así es cómo los hombres se ven”.

En mi país, en mi continente, en mi tierra, las mujeres deben ser “femeninas”. Así mismo, la educación tradicional nos obliga a ser esposas y madres, aun cuando eso se produzca a edades tempranas y nos impida estudiar o ser tal como somos…

Pues yo me planto y digo “¡No!”. Soy la dueña de mi vida, y siendo leal a mí misma, rechazo el silencio impuesto por los hombres y perpetuado por las mujeres. ¿Silenciada yo? ¡Jamás!

Actividad enmarcada dentro del Proyecto atención psicosocial y empoderamiento personal de mujeres migrantes. Financiado por Fundación la Caixa. 

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